A veces no hace falta rascarse mucho el bolsillo para disfrutar de buena música. Como con muchas cosas en la vida que creemos lejos, pero que en realidad tenemos frente a nosotros, y no les damos suficiente valor.
A veces no hace falta rascarse mucho el bolsillo para disfrutar de buena música. Como con muchas cosas en la vida que creemos lejos, pero que en realidad tenemos frente a nosotros, y no les damos suficiente valor.