¿Qué es la lomografía?

¿Y tú me lo preguntas? Lomografía eres tú. Bromas parte, la lomografía es la espontaneidad hecha foto, es sacar tu personalidad y fotografiar sin complejos. Una vieja conocida para muchos, para otros toda una novedad. A unos y a otros va dirigido este post.

Desde el lanzamiento de nuestra tienda nos han hecho varias veces la pregunta: «¿Qué es la lomografía? ¿Y esas cámaras tan chulas?» al toparse con cámaras tan poperas como estas en Ohmycool:O tan requetebonitas como ésta, que ahora puedes ganar en nuestro sorteo (date prisa, que son los últimos días…) Vale, muy bonitas las cámaras, sí, pero ¿cuál es su esencia? ¿qué tiene esta forma de entender la fotografía que enamora a propios y extraños?

Para explicarlo vamos a por un poquito de historia. Las Lomo nacieron en Rusia, pero no fue hasta algunos años después que surgió el movimiento. El primer prototipo de la ya mítica Lomo LC-A fue creado en 1982 en San Petersburgo. Su lente, obra del Professor Radionov y llamada ‘Minitar 1’ la hacía diferente: conseguía colores extremadamente vibrantes y saturados, además del viñeteado característico de las Lomos.

En 1984 comenzó su producción en masa con un éxito notable en la Unión Soviética. Al cabo de unos años, sin embargo, el modelo estaba dando sus últimos coletazos. La historia de siempre en la tecnología: llegaban cámaras con mejor definición, mejores flashes, más rápidas…

Ya había nacido la Lomo, pero no la Lomografía. Fue en 1991, cuando una de estas cámaras fue a parar a manos de un grupo de estudiantes vieneses durante un viaje a Praga. Y empezaron a hacer fotos como ésta:

Disparos desde la cadera, encuadres y motivos distintos. Adiós a la regla de los tres tercios y bienvenido sea el vibrante color y la estética que consigue esta lente. Empezaron a llamar la atención a amigos y familiares, ellos también querían una Lomo. Sólo un año después, en 1992 (cuando estábamos en la Expo de Sevilla o las Olimpiadas de Barcelona ^.^) se fundó la Lomographic Society International. Experimentando, disparando sin más, descubrieron una nueva forma de hacer fotos.

A partir de aquí, en lo que afecta a la industria, la Lomo rusa sufrió varios vaivenes a finales de los 90 hasta que en 2005 dejó de fabricarse definitivamente. Tomó el relevo en 2006 la Lomo LC-A que podemos adquirir hoy, fabricada como no en China.

A día de hoy, como ya sabéis, Lomography es mucho más que la Lomo LC-A. Contamos con un montón de modelos diferentes no sólo por fuera, sino también por dentro: unas usan el clásico rollo de 35 mm, mientras otras, como la Diana, emplean película de 12o en formato cuadrado.

Tenemos ojo de pez, filtros de colores, cámaras multiobjetivo, toy camaras en miniatura… para experimentar con técnicas como la doble exposición o el proceso cruzado, que consiste en tirar en película de diapositiva y revelar como negativo, obteniendo así mayor saturación de color. Todo ello a nuestro servicio para conseguir imágenes tan chulas como éstas:

Lomography cuenta con una comunidad bastante amplia y participativa, siempre pendiente de sus novedades. Os invitamos a dar un paseo por Flickr para conocer un poquito más.

Y estaréis pensando… yo puedo conseguir efectos similares en Photoshop, o con los modos de mi cámara o mi app. Totalmente de acuerdo, en Photoshop se puede conseguir todo, si no que le pregunten a Ana Rosa Quintana. Y sí, podemos hacer fotos digitales con efectos lomográficos, pero… ¿es lo mismo? Para nosotros no, del mismo modo que no es lo mismo algo fabricado por una máquina que algo hecho a mano de forma artesanal.

Lo que está claro es que la Lomografía es una actitud, una forma de mirar la vida a través de un objetivo: más desenfadado, un poco irreverente quizás. Más poético o más hipster, más como tú seas. Porque si bien los señores de Lomography nos ilustran con sus ’10 reglas de oro de la lomografía’ (lo de llevar siempre tu cámara contigo, disparar desde la cadera y no pensar mucho), las reglas una vez más están para romperlas.

Pensamos que ante una buena foto no hay que preguntar por la cámara sino por el fotógrafo. Así que si ya tienes o vas a tener en breve una Lomo en tus manos no sigas reglas, disfruta, e investiga lo que te rodea.

Y saborea la dulce espera de lo analógico, esa incertidumbre de no saber lo que saldrá, la expectativa a la hora de ir a recoger el revelado. Esa que no conocerán nuestros sobrinillos a no ser que se la enseñemos, ni te la dará nunca el mejor Photoshop.

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