Cerillas Kokeshi

¡Pero bueno! ¿Qué tienen en la cabeza estos japoneses que inventan cosas tan molonas? Sólo a ellos se les puede ocurrir pintar caritas de muñecos a cerillas. Y mira que parece tonta la idea.

Exactamente fue la artista Kumi Hirasaka la que en 1994 realizó este trabajo para una exposición, para ya en el 2000 decidirse a comercializarlas.

Y tal ha sido el éxito de estos fósforos en el país nipón que Hirasaka ha tenido que innovar con nuevos modelos. Polluelos, cerditos, osos pandas, gatos o grullas,… todos son capaces de estar presentes en un espacio tan pequeñito.

Si estás interesado/a, aquí te dejamos la web de la creadora.

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